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lunes, 27 de septiembre de 2010

viernes, 28 de mayo de 2010

martes, 25 de mayo de 2010

Volver A Empezar

A través de los años, Medellín ha sufrido transformaciones, de ser una pequeña ciudad a una de las más importantes de Colombia y de Suramérica. Los ideales, las perspectivas, los sueños y los pensamientos han cambiado, la ciudad ha visto y verá todos los cambios de los ciudadanos y cómo estos también cambian a la ciudad.
Por esto, pensemos en Medellín como una persona, y como toda persona tiene un comienzo, un niño. Este niño tiene que ser guiado, encaminado y enseñado a lo largo de su vida. Está en la etapa de construcción, ve, examina y aprende de las demás personas, de adultos y de otros niños; en esta vivencia empírica es que el infante comienza a cimentar las bases de su actuar. La infancia permite la ilusión y la construcción de ideales, dejando volar la imaginación.
Luego viene la adolescencia, es una etapa de muchos conflictos, los nuevos ideales se contraponen a las de un niño, ya no se piensa igual y tiene, gracias a un pensamiento un poco más crítico, nuevas prioridades. Esta es una etapa en donde el desarrollo se acelera, se crece con rapidez y se tiene muchas ganas de avanzar.
Pero en un parpadeo la realidad golpea, estas ilusiones se deben organizar y estructurar, en la etapa de la adultez, es en donde la ciudad aprende de los errores, acepta sus equivocaciones y piensa más a futuro, se proyecta. El individuo es ahora en donde busca entender en donde se equivocó y que puede hacer para mejorar, es la etapa de más “madurez”, los ideales se traen a la realidad, se trabaja en proyectos, se busca mejorar y servir de ejemplo.
No obstante a diferencia de los humanos, las ciudades no envejecen, no se hacen torpes, ancianas, pierden lucidez, al contrario, con la experiencia, son más agiles, activas, lucidas, aprenden más. Al parecer siguen siendo niños, son como un mayor con su experiencia vivida, con lo que han aprendido a través de los años, pero con la energía de un infante de 10 años, nunca se cansan, se transforman, cambian, se modernizan.
La ciudad nunca muere, los años no acaban, siempre vuelve a empezar, como un niño que siempre corre, cada mañana es un volver a comenzar, un constante renovarse, y despierta al día siguiente viviendo en el futuro.